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sábado, 28 de junio de 2008

Estos son otros tiempos!!!

Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, y nuestros abuelos viven repitiendo que antaño la vida era mas tranquila, pero en los ajetreos de estos dorados tiempos hay ciertas cosas que no me gustan para nada, y una de las principales es la debilidad del pensamiento.

Antaño habian solo dos cosas, las que eran y las que no, no habia lugar a medias tintas, ni mucho menos a contradicciones, y la vida se regia por el refranero popular, y uno los personajes que mas admire, fue el Coronel Jorge Jarquin (QEPD), por su forma peculiar de ver la vida y la gran cantidad de dichos y refranes que utilizaba en su lento hablar, meditaba las palabras una y mil veces antes de decirlas, pero cuando lo hacia, era porque estaba plenamente convencido y seguro del poder de la palabra, en las platicas que gustosamente tuve con el, hubo un par de dichos que me gustaria compartir, pues en esta epoca como que ya se perdio la etica, la conviccion y la lucha por los ideales, lucha mas interior que exterior, pues muchas personas actualmente presentan ideas de una tendencia clara, y al negarseles la oportunidad se vuelven enemigos de su anterior propuesta atacandola sin consideracion y por pura conveniencia, entonces, me tome el atrevimiento de presentar dos de los dichos de mi recordado Coronel Jarquin:

  • Palido una vez y no mil veces colorado.

Este a mi criterio es uno de los mejores dichos de nuestros mayores, pues ellos no se andaban con medias tintas, eran orgullosos de sus origenes, de su pais y no le rendian culto a extranjeros, ni a modas, o costumbres extrañas, solo por el hecho de ser la actualidad, preferian perderlo todo a ser pisoteados en su dignidad, y su palabra valia como si fuera un documento notarial, no habia engaño en los tratos, y si se decia algo, se mantenia hasta la tumba, eran tiempos de hombres valientes y trabajadores, donde la familia lo era todo y se podia confiar en los demas, no habia delincuencia, y la honestidad de los comerciantes no se ponia en duda, muy distinto a nuestros dias, donde nuestros comerciantes son los que encarecen los productos de la canasta basica, acaparando el producto para aumentarle el precio, y en eso el gobierno tiene parte de culpa, por permitir semejante atropello, pero tambien es por la perdida de los valores morales de la sociedad, donde prima el dicho "tanto tienes, tanto vales, nada tienes, nada vales", es por eso que la busqueda del bienestar economico no tiene limites ni escrupulos, hay que tener, aunque sea pisoteando al projimo.

  • El hombre debe morir quebrado, nunca doblado.

Este es el credo que deberia regir al hombre moderno, pero ahora lo que menos tenemos es orgullo, si somos de tendencia derecha y va ganando el de la izquierda, decimos que siempre hemos simpatizado con la izquierda, somos convenencieros y arrastrados, deberiamos de ser como nuestros abuelos, que les podia caer el cielo y no se inmutaban, recuerdan el dicho "con Duarte aunque no me harte", asi es nuestra ahora tercera edad, hechos a machete, lucharon por sus ideales, ellos apoyaban a nuestra seleccion nacional aunque perdieran todos los partidos, y no se avergonzaban de ser salvadoreños, tomaban lijon con boca de paisaje, esos eran ejemplos, no como los de ahora, que corren de candidatos con un partido aunque sostienen no pertenecer ni pensar como ese partido, si, lo digo por Funes, como puede ser tan cinico de querer que le creamos, o el caso de Arturo Zablah, que como no lo llevo el FMLN ahora se puede ir con ARENA, por que les doblan el brazo solo por conveniencia, acaso no hay dignidad en el pueblo, o por que el frente dice ahora ser social democrata cuando sus estatutos son del partido comunista, ¿porque engañan a la gente?, ya no hay honorabilidad en los politicos, los compran facilmente y legislan en contra de las personas que los han elegido, donde quedo la lealtad, donde quedo la dignidad, donde quedo la verdad.

Somos victimas de tantos falsos profetas, que se aprovechan de la confusion actual y atrapan a los incautos, y los que no seguimos a la corriente nos llaman anticuados, viejitos, locos o desfasados, solo por mantener nuestros ideales.

In Memoriam del Coronel Jorge Jarquin, gracias por predicar con el ejemplo.

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